Nuestro campo aúrico actúa como "escudo natural" ante energías externas. Cuando se daña o debilita (por estrés, trauma, conflictos, desgaste emocional), nos volvemos más vulnerables: nos agotamos, nos desconectamos o sentimos que "todo nos afecta". El sellado aúrico con péndulo hebreo repara y fortalece tu campo, devolviéndote protección, claridad y fuerza vital.
¿Cuándo necesitas un sellado áurico?
Hay momentos en los que, aunque limpies tu energía, sigues sintiendo que algo se cuela. Que estás demasiado abierta, demasiado permeable, demasiado vulnerable a lo que pasa fuera. El sellado aúrico está especialmente recomendado si: > Te cuesta poner límites o sostenerlos sin culpa. > Eres muy empática y absorbes fácilmente emociones ajenas. > Sientes que "todo te afecta" y te deja agotada. > Has hecho una limpieza energética reciente y necesitas integrarla. > Estás viviendo procesos intensos (mudanzas, rupturas, duelos, cambios vitales). > Trabajas en entornos exigentes o emocionalmente cargados (terapeutas, cuidadoras, docentes, sanitarias). > Te estás exponiendo más al mundo (proyectos, redes, visibilidad) y sientes que necesitas "blindarte sin cerrarte". > Tienes una enfermedad crónica